Ir al contenido principal

El toque de Dios

¿Alguna vez en la vida has pensado cómo es no ver nada? Estar ciego, a eso me refiero. El otro día estaba leyendo un pasaje que es muy típico en la biblia, seguramente lo has escuchado, pero llamó mi atención algo que antes no había notado, con los días he ido corroborándolo. Pero mejor te lo cuento, antes de seguir divagando.
La historia es sencilla, un hombre ha estado esperando por muchos años ser sanado, lo sabemos porque estaba junto al pozo donde bajaba cada año un ángel a sanar a una persona. Este año como los anteriores este hombre no había sido el afortunado… no sé cómo te sientes cuando esto pasa, llevas mucho tiempo pidiéndole a Dios que haga un milagro, que te sane, que te de libertad, que tus papas se conviertan o qué se yo, y nada, cada vez el ángel sana a alguien distinto, cada vez tu estás allí, pero el ángel no te mira a ti, y la pregunta cada vez que eso ocurre es, pero por qué, qué es lo que he hecho esta vez para que Dios no me mire a mi y tantas de esas cosas que pensamos, al final todo termina en frustración.
Me llama la atención del pasaje que el hombre no va solo, va con gente, que él no se acerca como el otro ciego que dijo señor sáname, sino que a este lo llevan. Me imagino que su fe ya ya estaba atrofiada, que no tenía ganas de seguir creyendo. Es en este contexto donde se produce el encuentro. Un hombre pasaba por Betania, todos dicen que sólo con tocar su manto se puede ser sano…por qué no intentarlo una vez más, vamos, esta es la definitiva le dicen. Pero no, yo no iré, esta bien digo ya lo he intendado las suficientes veces como para dejarlo todos hasta aquí. Está bien dicen los amigo, nosotros te llevamos. Allí está a lo lejos se ve, un hombre, muy típico con mucha gente a su alrededor. Se acercó lo puedo sentir, mis amigos le piden que me sane…yo también lo intento pero mi voz ya no se escucha… desde ahí que la cosa tomó un nuevo sentido, me tomó la mano, y cambié de lazarillo, él me guiaba, me decía por dónde íbamos pasando, hablamos de la familia, me preguntó muchas cosas, nos reímos, no sé hace cuánto no lo hacía, llegamos porque nos hemos detenido, estamos fuera de la cuidad me dice, tocó mis ojos, y me preguntó si veía, dije que algo parecido árboles… no sé por qué dije eso si nunca he visto árboles, sólo lo que la gente habla, me los imaginaba…he tenido suficiente tiempo para escuchar a todos hablar de ellos. Me volvió a tocar y ahora pude ver.
Soy un afortunado, no fui sanado por un ángel, ni por nadie que pudo haberlo hecho antes, fui sanado por un Jesús de Nazaret, él me tocó y hoy puedo ver. El caminó conmigo y hoy mi rumbo ya no es el mismo, antes conocía aquella fuente y la ida y vuelta a mi casa de memoria, ahora comienzo a conocer un nuevo camino, nunca antes lo había caminado jajaj es divertido porque antes no veía y caminaba…ahora pasa algo parecido, veo y camino, pero sí sé a dónde voy, la diferencia es que sé por quién voy…

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Soneto sagrado XIV: Late mi corazón” de John Donne

Golpea mi corazón, Dios de las tres personas; porque tú Hasta ahora sólo tocas, respiras, iluminas, y tratas de enmendarme; para que yo pueda levantarme y resistir, derríbame, y dobla tu fuerza para quebrarme, aventarme, quemarme y hacerme de nuevo. Yo, cual una ciudad usurpada, a otro debida, me esfuerzo por admitirte, pero, oh, inútilmente, la Razón, tu virrey en mí, debería defenderme, pero está cautiva, y resulta débil o falsa. Mas yo mucho te amo, y con gozo querría ser amado por ti, pero estoy prometido a tu enemigo. Divórciame, desátame, o rompe de nuevo ese nudo, llévame a tí, encarcélame, porque yo, a menos que me cautives, nunca seré libre, ni jamás seré casto, a menos que tú me violes.

A veces...

No es que no tenga fe, no es que haya dejado de creer, no es que piense que todo ha sido en vano, no es que sienta que ya no quedan razones para seguir creyendo...es solo que a veces, dan ganas de irse al país del nunca jamás, a mi Tombuctú querido, cerrar la puerta de mi pieza, entrar de una manera y salir de otra totalmente diferente. Me dan ganas de que la gente comprenda que uno también es ser humano, pero a la vez tengo que hacer la autocrítica y decir que si la gente tiene cierta imagen de uno es por algo...claro está que cuando las personas se hacen estereotipos de ti ya no hay vuelta a atrás y tienes que asumir que por mucho tiempo van a creer todas esas cosas de ti aunque no sean ciertas...da lata cuando eso pasa, pero qué se le va a hacer. hoy hago un manifiesto. Soy ser humano, me canso también, pero lo bueno es que tengo los brazos de Dios para ir a descansar es su promesa, no quiero darme más vueltas en el mismo lugar voy por avanzar y cruzar el valle de sombras y de muert...

10-11-2008

a veces, pero mira que sólo a veces, como que a uno le dan ganas de comprarse un pasaje al país más remoto, o ir de paseo a alguno de esos países del nunca jamás o del allá por allá... ayer pensaba en qué tipo de personas debemos ser, si de aquellas aperradas que andan en todas, si de esas que no se involucran mucho o si un poco de las dos, que aperra pero que mantiene la distancia... si quieren leer alguna conclusión no la pregunten porque no la tendrán...por lo menos por aquí... la respuesta está en Jesús y punto. Y no es como la típica salida rápida de mirenlo a él y no a mi, busquen la respuesta por ahí que la encontrarán o qué se yo... es solo que es la verdad...y punto xD pero se vuelve de nuevo al comienzo, es como decidir qué animal me gustaría ser, si el avestruz que esconde la cabeza cuando tiene miedo, si el camaleón que pasa piola en todas o si un león que con solo mirarlo dan ganas de salir corriendo. ya, pa terminar, me caen mal las avestruces, no me gustan los camaleones...